¿Qué piensas si oyes hablar de presbicia o vista cansada? Si eres como yo, hasta hace unos años lo asociaba a gente mayor, pero muy mayor.
Lo que pasa es que ahora he cambiado de opinión porque me he dado cuenta de que yo ya la tengo. Y, por supuesto, nada más lejos de lo que pensaba, que sólo tengo 47 juveniles años (ya sabes, los 40 de ahora son los 30 de antes).
LENTES PROGRESIVAS: CÓMO ME DI CUENTA DE QUE LAS NECESITABA
Si ya has pasado de los cuarenta vas a saber de lo que hablo. Porque la presbicia aparece a partir de los 40-45 años.
Y si no has llegado, ya te tocará en el futuro, pero seguro que has visto muchas veces este típico gesto: alejar y acercar un objeto que se tiene en la mano hasta enfocar convenientemente y poder leer su etiqueta. Si hay suficiente luz, resulta más sencillo, pero cuanto menor es su intensidad, más cuesta ese enfoque. La de sonrisas vergonzosas que me ha provocado este gesto cuando me pilla fuera de casa, en un lugar público, y pienso que en ese preciso momento todo el mundo me está mirando…¿Creerán que estoy haciendo ejercicios con mi brazo?
Esa fue mi primera señal: la vista cansada estaba haciendo de las suyas.