Viajar sola es algo que recomiendo y que deberíamos hacer de vez en cuando. Mi primer gran viaje yo solita fue hace varios años cuando me fui a buscar casa a Inglaterra durante una semana porque nos íbamos a vivir allí, pero eso es otra historia gracias a la cual acabé viviendo en Málaga.
Fue hace dos años, cuando pasamos las vacaciones de verano en Inglaterra, que volví a repetir la experiencia de viajar sola. Aunque íbamos a viajar en familia (mi marido, mi hijo y yo) por motivos logísticos, y porque mi marido me animó para que descansara unos días, yo me adelanté unos días en el viaje y estuve siete días sola hasta que ellos llegaron. De este modo pasé un par de días en Londres y el resto en Nottingham que era nuestro destino final.
Desde ese viaje descubrí que me gustaba pasar un tiempo conmigo misma. No es malo hacerlo, ni hay que sentirse culpable porque estés unos días sin tu pareja o tu/s peque/s. Los quieres igual, o incluso más si cabe, cuando te reencuentras con ellos. Simplemente, se trata de saber disfrutar de la soledad en tu propia compañía.
Hoy lo que te cuento es por qué me gusta viajar sola y por qué es algo que aconsejo hacer en algún momento de tu vida…varias veces…